domingo, 3 de octubre de 2010

Dias en Cajamarca....

Una vez posicionado con mi mochila junto a Ruben, después de haber fumado un cigarro de liar, cogimos un taxi por 3 soles/trayecto para desplazarnos a la pensión donde se ubicaba Ruben. La pensión era un pequeño paraíso ubicado a las afueras de Cajamarca (a 10 minutos a pie al centro de la misma), en una de sus calles de acceso. Es curioso pues al abrir la puerta de acceso a la casa, me sorprendió una “chacra” (parcela de tierra), tipo granja ecológica, cuya casa de huéspedes además de familiar, se localizaba en el centro. En la Chacra, había vacas, ovejas, Quis o cobayas (acá es el plato mas típico), conejos australianos, …, áreas de cultivos y una casa rustica en cuyo interior se encontraban el salón y las habitaciones en la parte superior. Suelo de madera crepitante, y habitaciones simples o con literas. Yo me hospede en la habitación de Ruben, con litera , por lo que me toco dormir arriba. La familia que lo regenta era particular pues se trataba de un peruano, Marcial, casado con una belga que fue a realizar ayudas humanitarias en los primeros tiempos y se quedo. Tenían 4 hijas de diferentes edades y fisionomia…Gente encantadora y acogedora, familiar, de esas que se agradece encontrar cuando estas tan lejos de los tuyos.
Aposentado y desayunado, Ruben me comento que habíamos quedado con un tal Fernando para irnos esa misma mañana de acampada, a la ERA, escuela rural andina, con gente que él había conocido a lo largo de su estancia en solitario. Nos fuimos al punto de encuentro, una plaza de cuyo nombre no puedo acordarme pero con un aire barroco colonial semiconstruido bastante delicioso…Ruben tuvo que ausentarse y yo, me quede esperando al tal Fernando. Él apareció un rato despues…”Ernesto, verdad?”.Fernando es un chico cajamarquino hecho así mismo, de 24 años, cocinero profesional, músico, inquieto, hiperactivo, con esa locura exquisita que hace moverse las entrañas…, apareció con su  “Power” (guitarra acústica), en la mano, una manta y una sonrisa como una barca. Hubo feeling desde el primer momento. Cuando regresó Ruben, nos cogimos un taxi y a la Era.
                La ERA, se localiza a unos 20 kmts de Cajamarca. Es un sitio fantástico, mágico diría yo. Al llegar nos sorprendió la lluvia,momento en el cual Fernando cogió su Power y empezó a cantar una de sus propias canciones: “Abre tus alas”. Realmente deliciosa…, cómo es posible que cantara esa canción, sin saber en el estado en el que yo me encontraba?. En fin, Causalidad. Eso hizo que se despertara la gente que había llegado antes. Eran españoles trabajando para una ONG peruana.

Foto ERA



           Foto Era II

                                                         
                De la experiencia de ese día os diré, que es grato juntarte con un nutrido grupo de gente española y peruana,que te asalte la noche en en el campo y las luciérnagas te sirvan de guía (hermoso),  pasar el tiempo al calor y a la luz de una chimenea, cantando canciones y compartiendo el Pisco, bebida nacional peruana consistente en un aguardiente de caña de azúcar, bastante potente. Acá se toma de la siguiente manera: Un se sirve una copa y pasa la botella, quien la recibe espera a quien se haya servido se la beba. Una vez se bebe, se pasa el vaso, se echa de la botella y se pasa la misma al siguiente…, y vuelta a repetir el proceso y a repetir y a repetir. Podréis imaginaros como puede acabar uno, sorprendiéndote la mañana y unas horas después una resaca importante.
                A la mañana siguiente me desperté para la hora de comer…y bueno, al fin, probé el Qui. El qui es una cobaya o conejillo de indias, que lo hacen asado. Es sabroso, tierno en el interior y crujiente al bocado inicial. El único problema es que tenia el estomago cerrado del día anterior. Lo que quedaba era esperar a los taxis y volverse a Cajamarca. Mientras tanto, Ruben, Fernando y yo nos fuimos a dar un paseo por el lugar. Exploradores circunstanciales, el paisaje, la quietud del tiempo y las sensaciones agradables , marcaron mi travesía.
Los taxis para el ultimo grupo no aparecieron, luego se tuvo que llamar a un amigo de Milagros (chica peruana), para que viniera a buscarnos. Eramos demasiados, lo que hizo que Fernando y yo, nos montáramos en la parte de atrás del carro, al aire libre, como auténticos paquetes. En el camino de regreso, ya de noche, mientras Fernando me hablaba de su nuevo poyecto (un restaurante Japo-peruano…Andriu, os tendríais que conocer, está completamente en tu onda…), mis ojos se perdían entre las luces y las sombras del camino…, estaba feliz de estar donde estaba justo en ese instante, en ese lugar y en esas condiciones.

Foto Era III
Al día siguiente Ruben y yo decidimos pasar día en el nuevo mercado tradicional de animales de abasto de Cajamarca, junto a Pepe Chú, un peruano loquito, buena gente que conocí en la acampada, a punto de terminar sus estudios como Veterinario. Allá los ganaderos exhiben sus animales y cierran los tratos en mano. Una vaca puede estar en 7 a 10000 soles. Mayoritariamente se vende vacuno, chancos (porcino), ovinos, caballos y mulas…visualmente es colorido y hay un trasiego de gente importante. Te puedes encontrar personas especializadas en abrir la boca al chanco para ver si el animal de venta esta enfermo. Para ello , es tumbado en el suelo y con una barra de aluminio se le fija la boca para sacarle la lengua y observar..”libre en lengua y boca”. O a gente esquilando a las ovejas…








                                           
A media mañana decidimos parar y tomarnos unas “Chelas” o cervezas. En Perú existen varios tipos, las mas reconocibles son la Cuzqueña, la Arequipeña y la Pilsen. Nos tomamos unas Pilsens…., del tiempo, claro , pues los frigoríficos quedan al servicio de gente adinerada. Para ello nos sentamos en uno de los diversos lugares para tal efecto, donde te dan de comer (higiene comprometida), pero con ese encanto a tradición que te estalla en los sentidos.





                                            
Al día siguiente, decidimos tomarlo con tranquilidad y dar una vuelta por Cajamarca, que es una ciudad de unos 125000 habitantes. Nos acercamos por un de los mercados centrales de abastos (muy parecido al que conocí en lima), recorrimos el área de mercado y puestos ambulantes de esa zona. Llama la atención la cantidad de vida que emerge alrededor de estos lugares, coloridos, sonidos, olores, dinamismo…, puedes encontrar de casi todo, hasta toallas y un candado para el el resguardo futuro de nuestras mochilas, sabe dios donde. Posteriormente nos dirigimos al cerro de Santa Apolonia, lugar turistico por excelencia, pero además sacrosanto, pues se puede observar la sillas del inca, que aunque son denominadas así, son de periodo pre-inca.  Además puedes disfrutar de una vista panorámica de la ciudad, la cual se encuentra en un valle. Es imponente sentarse en el punto mas alto y observar la concurrida plaza de armas, las catedral e iglesias distribuidas por la ciudad y la arquitectura estructural de sus calles…Para acceder al lugar debes subir una escaleras de piedra donde en sus laterales puedes encontrar replicas en piedra, de pinturas rupestres.


Sillas de Inca

Pinturas Rupestres en Piedra



Santa Apolonia


Plaza de Armas 

Iglesia Cajamarca


Una vez sorprendidos por la noche, nos reunimos con  Fernando con el que habíamos quedado para degustar su cocina….. 

Fernando pertenece a una hermandad gastronómica Japo-Peruana. Al parecer, esta cocina se introdujo en Perú por la llegada al continente de los japones, posteriormente a los chinos, éstos últimos utilizados como esclavos. A raíz de esa conexión racial, surgieron los primeros maestros de cocina de la hermandad a la que pertenece Fernando, cuya principal característica es cocinar con el corazón. Él es un virtuoso de la cocina y nos preparó una variedad suculenta, en primicia, de la comida que será servida en su próximo Restaurante, que tiene pensado abrirlo a finales de año, si todo sale bien. Podría ser un pelotazo pues esta cocina, además de ser única es tremendamente exquisita, donde se conjugan los productos frescos y cocinados en armonía, los sabores dulces, picantes y salados, con el toque de sabiduría oriental y la rica tradición peruana.....Mi paladar estallaba a cada plato que preparaba....,tremendamente delicioso. A partir de esa noche, el señor Fernando pasó a ser "El Maestro Duende"...





2 comentarios:

  1. Q tal fenómeno?
    Acabo de ver q en mi correo spam aparecía un mail q no conocía, resultó q era de tu padre enviándome el link de tu blog.
    Se te ve de P.M.!!!
    Me alegro de q te hayas lanzado a esa aventura tan fantástica q muchos no somos capaces por unos u otros motivos.
    Cuídate mucho y recibe energía extremeña allí por donde camines.
    Un fuerte abrazo tio grande!!!

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  2. hola campeon..., este vije no es solo fisico-visual, ya sabes, voy lidiando con el espiritu que me lleva ...todo va ok, a punto de navegar por el amazonas. Un abrazo..., el tuyo llego sin problemas

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